Utilizar un buen fotoprotectror es fundamental para la prevención del cáncer de piel. Sin embargo, no todos sirven y, mucho menos, si se trata del utilizado el verano anterior. Y es que, al igual que ocurre con los cosméticos, los productos de protección solar cuentan con un periodo de vida útil una vez que ha sido abierto el recipiente. Este valor es el conocido como PAO (siglas de Period After Opening, o ‘Periodo después de abrirse’), y se detalla mediante un número dentro de un icono de un tarro con la tapa abierta, y se indica en meses. De esta manera, si el PAO es de 12M, significa que el producto será eficaz en un periodo de 12 meses, una vez abierto el recipiente.
Desde la Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía recuerdan la importancia de atender a la información que proporciona el etiquetado de los productos de protección solar. Por ello, aconsejan, “es fundamental aplicar fotoprotección en la piel ante la exposición de la luz directa del sol, especialmente frente a las nocivas radiación ultravioleta B (UVB) –que es la más que más afecta a las capas más superficiales de la piel y principal responsable de las quemaduras– y radiación ultravioleta A (UVA)”.
No existen productos que ofrezcan una protección 100% frente al UVA o UVB. Las instrucciones de empleo deben indicar de manera expresa que el producto tiene que aplicarse antes de la exposición al sol, y que debe repetirse con frecuencia la aplicación del producto, en especial después de transpirar (sudar), bañarse o secarse.
El Factor de Protección Solar (FPS) mide el nivel de protección frente a la radiación UVB. La eficacia de los protectores solares debe detallarse en el etiquetado mediante las siguientes categorías: ‘baja’ (factor de protección indicado en etiqueta entre 6 y 10); ‘media’ (factor entre 15 y 25); ‘alta’ (factor indicado entre 30 y 50); y ‘muy alta’ (factor indicado en etiqueta mayor a 50, o +50).
“Se recomienda adquirir un protector solar en función de la parte del cuerpo donde se vaya a aplicar, así como del fototipo de piel –desde el fototipo 1 (I) al 6 (VI), es decir, desde las pieles más blancas, más sensibles a la radiación, hasta las más oscuras o menos sensibles–, la edad y las circunstancias de la exposición. Las pieles más claras necesitarán un factor de protección más alto”.